martes, 24 de noviembre de 2009

COMIC. AR EN “ANIMATE 2009”

Un público ávido de novedades llenó los salones del Centro Municipal de Exposiciones los días 20,21 y 22 de noviembre pasado. Numerosos “stands” ofrecieron lo mejor de su producción atrayendo la atención de los “fans” del comic. Pudo observarse una exposición de personajes de La Guerra de las Galaxias y de Batman. Entre esos “stands” estuvo presente Comic.Ar, el periódico de historietas que dirige Tomás Coggiola. Fue un placer compartir una jornada con Tomás y buena parte del “staff”. Allí estuvieron, entre otros, el maestro Sergio Ibáñez (con el cual realizo Nahuel Puma) el genial Maicas, Kappel, Elmer y otros excelentes artistas que mes a mes deleitan a los lectores desde las páginas de Comic. Ar cuyo número 7 está próximo a salir en los primeros días de diciembre. En suma, una fiesta del dibujo con personajes nacionales y extranjeros.


REPORTAJE A MARTHA BARNES

EL TALENTO CON ROSTRO DE MUJER


Hace ya varios años que no tenía el placer de reencontrarme con la señora Martha Barnes (http://marthabarnes.blogspot.com/). De hecho, cuando llegué a la Editorial Columba, allá por 1965, el primer guión que le vendí a dicha casa editora fue dibujado por ella. Se trataba de una historia de cow-boys llamada “Tierras salvajes”. De ahí, entonces, que el nombre de esta estupenda artista tenga una connotación especial para mí. Estas y otras anécdotas afloraron en el largo y fructífero diálogo que mantuvimos en un café cercano al Parque Rivadavia, días atrás. Martha es, según mi modesta opinión, la más importante dibujante de historietas femeninas que dio nuestro país. Es dueña de un arte exquisito y pocos han dibujado a la mujer con los rasgos de dulzura con que ella lo ha hecho.

-“Me corre tinta por las venas”.

Esa frase que me dijo durante la charla, es creo, la que la define. Dibujante por convicción y por corazón. “Nací en Moreno, provincia de Buenos Aires, soy del signo de capricornio y no recuerdo exactamente cuando comencé a dibujar, pero sé que era muy pequeña y mi abuelo solía sentarme en una sillita y me ponía un almohadón. Ahí tomaba el lápiz y me ponía a dibujar. Recuerdo que dibujaba (y ahora no sé porqué) bailarinas. Yo nunca quise ser bailarina, pero si fui actriz. A los dieciocho años trabajé en teatro con los directores Carlos Gorostiza y Pablo Palant. Asimismo, en la obra “Mariano Moreno” de Gabriel Levenne interpreté a una negrita. Canté zarzuelas con Manuel Abad en un teatro porteño, trabajé con Ana Lasalle en la obra “Canción de Cuna” y con Vicente Ariño y María Aurelia Bisutti en teatro. En televisión participé en un teleteatro con Rodolfo Salerno. También en el programa “Telecirco de los domingos” que emitía canal 13 y en Canal 9 tenía un espacio en el que enseñaba a dibujar a los televidentes. ¡Hasta hice una propaganda televisiva!
Estudié Bellas Artes durante tres años en Mendoza. Y cuando les decía a mis profesores que quería dibujar historietas, me miraban raro.“Eso no es profesión para mujeres”- me contestaban. Pero yo no cejé en mi empeño. Soy muy laboriosa y obstinada. Hoy me pregunto para que me sirvió hacer todo eso y la respuesta que encuentro, es que me hizo feliz. ¡Que esta profesión me dio una rica vida interior! Tengo miles de páginas de cuadritos llenados con tinta china. Creo que casi no hay editorial argentina para la que no haya trabajado. (Thor, Abril (El Gráfico), Perfil (ilustraciones), Esquiú, La Nación, (suplemento infantil), Lainez, Acme, Codex, Kapeluz, “DC” de Estados Unidos, en las revistas “Puño Fuerte” y “Rastros”, en libros de la colección “Robin Hood”, etc y en la editorial Columba, a la que llegué en 1955. Don Ramón Columba vio mis trabajos y me incorporó a su nutrido plantel de dibujantes.





Mi primer trabajo fue “El Conde Kostia”. Trabajé para “la palomita” hasta sus tiempos finales. Siempre fui muy meticulosa en mi trabajo. Leo los guiones, me compenetro, busco la documentación correspondiente, boceto y finalmente paso a tinta. ¡Todo un trabajo! En Columba dibujé muchísimo. Muchas historias unitarias y una serie escrita por José Luis Arévalo llamada “Cuentos del Emir”. También me encantan ilustrar las historias de terror (para los norteamericanos hice muchas) y en los años noventa visité la “DC” en EEUU y me trataron muy bien. Siempre me ha dolido que una revista de la categoría de Intervalo no fuera reconocida. ¡Es como si nunca hubiera existido y fue una publicación que duró sesenta años! Y también me duele no haber sido reconocida por mis pares masculinos y no solo yo, otras buenas profesionales como Idelba Lidia Dapueto, Laura Gulino, Lucía Vergani y tantas otras. El arte, especialmente este noveno arte que es la historieta, no es privativo de ningún sexo. ¡Es de todos! A las mujeres siempre nos costó más desarrollarnos en él pero, bueno, en mi caso nunca me rendí. En lo particular me encanta trabajar con personajes femeninos. Me gustan las heroínas de acción, “de armas tomar”. En lo profesional mis ídolos son Alex Raymond, Arturo del Castillo y Ernesto García Seijas. Dibujo todos los días. No puedo estar sin ponerme diariamente ante el tablero y hacer correr el pincel. Contigo, Armando logramos trabajos muy interesantes para Intervalo y los tengo guardados. Esos relatos me gustaron mucho, porque es muy difícil interpretar los sentimientos de una mujer, cuando el que escribe es un hombre. Eso no es sencillo y pocos profesionales lo han logrado, porque las heroínas que describen en sus guiones tienen más atributos masculinos que femeninos. Quiero decirte que me gusta la idea que tenés de editar una revista de historietas y cuentos románticos. Ojalá puedas lograrlo. Yo creo que va a haber muchas lectoras que se van a interesar por tal tipo de publicación. Y como te dije al principio, por mis venas corre tinta china.
El primer guión que le vendí a la Editorial Columba
se publicó en "EL TONY" con dibujos de Martha Barnes.

jueves, 19 de noviembre de 2009

EL “STAFF” DE EDITORIAL COLUMBA EN PLENO

Guionistas con Don Ramón Columba
Dibujantes con Don Ramón Columba
Carlos Vogt, Eduardo Falugi, Robin Wood y Armando Fernández
Rubén Meriggi, Ramón Columba (hijo) y Armando Fernández

Ocurrió el 4 de noviembre pasado en el barrio de Palermo. Allí, en torno a la señera figura de Don Ramón Columba que durante décadas encabezara el directorio de la legendaria Editorial Columba; dibujantes, guionistas y empleados administrativos se reunieron para testimoniar su reconocimiento y amistad a uno de los editores más importantes de la Argentina.

Vale la pena recordar que la Editorial Columba publicó historietas y novelas gráficas con adaptaciones de grandes novelas y películas por setenta y dos años ininterrumpidos (1928-2000). ¡Todo un record mundial! Récord que no lo ostenta ni la más encumbrada de las editoriales norteamericanas.

Legiones de personajes que hicieron las delicias de grandes y chicos pasaron por sus páginas. Para dar una idea de los “pesos pesados” que allí se reunieron aquí van los nombres:

Dibujantes: Angel “Lito” Fernández, Alberto Saichann, Rubén Meriggi, Walter Alarcón, Gianni Dalfiume, Domingo Mandrafina, Alberto Ascanio, Carlos Pedrazzini, Carlos Vogt, Enrique Gómez, Alberto Caruso, Alberto Macagno, Horacio Lalia, Alfredo Falugi, Enio Leguizamón, Sergio Ibáñez, Silvestre Szylagyi y pido disculpas si mi memoria omite a alguno más.

El rubro guionistas estuvo representado (siempre fuimos menos, históricamente no más de treinta, en toda la historia de la historieta argentina) por Robin Wood, Alfredo Julio Grassi, Jorge Morahín, Eugenio Zappietro y Armando Fernández (el que suscribe estas líneas). Si uno se pone a pensar que de estos talentos nacieron Nippur de Lagash, Dago, Savarese, Helena, Argón, Shane, Aquí la Legión, Jackaroe, Morten, Holbeck, Helena, Kabul de Bengala, Raf, Luftwaffe, Larry Trenton, detective, Pepe Sánchez, Mi novia y yo, Wolf, Vargas, Crazy Jack, Capitán Nadie, El sobreviviente, Or Grund, El Siciliano, Mark, Los Aventureros, FBI, Cabo Savino, Fort Apache, Rodwin de las Galias, El Hitita, Aguila Negra, Gilgamesh, Montana Blue, Talia Shyre, Troels, Larrigan de Missouri, Pehuén Curá, Martín Toro, Los Amigos, Dax, Amanda, Mayra Kelly, A Quemarropa, Python, etc., puede darse una pálida idea de los genios que allí había y en mi opinión, quizás nunca tanto talento argentino vuelva a estar reunido en una sola noche.

Por eso, cuando alzamos las copas de champagne brindando por la patriarcal figura de Don Ramón Columba, supongo que a todos (quien más, quien menos) se nos cayó un lagrimón porque (mal que le pese a muchos) los que allí estábamos compartiendo el fraterno vino de la amistad, escribimos y dibujamos páginas de oro para nuestra historieta nacional que siempre vivirán en la memoria de millones de lectores.

Porque en el rubro historietas NO HUBO NI HABRA nada que pueda igualar a los que representó Editorial Columba y sus revistas El Tony, Intervalo, D´artagnan, Fantasía y Nippur Magnun, en la cultura popular de los argentinos, por más de siete décadas ininterrumpidas.

CIENCIA FICCION PARA TODOS LOS GUSTOS

Acaba de aparecer AVENTURAMA Nº 17 (Setiembre 2009) que dirige Julio Di Luca y editado por ARGEOS, con una serie de relatos de tono fantástico. Allí podrán encontrar “Pirañas de la Dimensión X” con la autoría de Axel Bergier, "La Caja de Pandora” por Gonzalo Bravo y Desapariciones, firmado por el que suscribe estas líneas e ilustrado por el maestro oriental Miguel Castro Rodríguez.
El volumen se anuncia como “más autores de Columba en exclusiva” y se completa con un divertido relato de Javier S. Roma titulado “Los hermanos Perales hablaban como animales”.
Recomiendo no perdérselo y les aviso que pronto habrá importantes novedades (Si todo sale bien) en el campo de la CF nacional.

CARLOS ROUME, EL ADIOS A UN MAESTRO DE MAESTROS

Me llegó la noticia que don Carlos Roume falleció en Tandil el pasado 26 de setiembre. Lamento profundamente y sin duda al igual que todos los historietistas argentinos, el deceso de este gran maestro de nuestro noveno arte. Don Carlos era hijo del arquitecto ornamental y escultor Francois Roume. Su pincel maravilloso transitó las redacciones de Patoruzito (Editorial Quinterno), de Editorial Abril y de Editorial Codex donde creó a su inolvidable personaje Sabú. Entre 1954 y 1962 trabajó para la editorial inglesa Fleetway. La Editorial Frontera que dirigía don Héctor G. Oesterheld lo tuvo entre sus puntales en series como Nahuel Barros, Tipp Kenya y Patria Vieja. En 1984 realizó una estupenda serie de ilustraciones para una colección de fascículos del Martín Fierro de José Hernández. Se nos fue un dibujante, escultor y acuarelista inigualable que graficó, quizás como nadie, el gaucho, el caballo, nuestro campo y nuestros soldados de la independencia. ¡Gracias por la obra que nos legó, maestro!